La leche fresca ha sido un alimento básico en la dieta humana durante siglos, pero ¿sabías que además de ser deliciosa y nutritiva, ofrece una serie de beneficios para la salud que van más allá de lo que comúnmente se conoce?
Fuente rica en nutrientes esenciales
La leche fresca es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, calcio, vitamina D y vitamina B12, todos esenciales para el desarrollo y mantenimiento de los huesos, los músculos y el sistema nervioso. Al consumirla regularmente, contribuyes a un mejor equilibrio nutricional.
Propiedades antioxidantes
Además de los nutrientes básicos, la leche fresca también contiene antioxidantes naturales como el zinc y el selenio, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir los efectos de los radicales libres en el cuerpo.
El consumo de leche fresca, preferentemente no procesada o pasteurizada a temperaturas bajas, permite conservar la mayoría de sus propiedades nutricionales intactas, lo que la convierte en una excelente opción para mantener una dieta equilibrada y saludable.
